En el ámbito educativo, la Taxonomía de Bloom es una herramienta fundamental para la organización y clasificación de los objetivos de aprendizaje. Esta taxonomía, desarrollada por Benjamin Bloom en 1956, se divide en tres dominios: cognitivo, afectivo y psicomotor.
El dominio afectivo de la taxonomía de Bloom se centra en las actitudes, valores y emociones de los estudiantes, aspectos cruciales para el desarrollo integral del individuo.
A continuación, te presentare ejemplos de objetivos de aprendizaje para cada nivel del dominio afectivo. Para hacer eso utilizare verbos de taxonomía de Bloom que permiten una clara evaluación del logro:
Nivel 5: Recepción
En este nivel, tus estudiantes se enfocan en prestar atención y percibir los estímulos del entorno educativo. Los verbos que puedes utilizar para redactar objetivos de aprendizaje en este nivel son:
Prestar atención: Ejemplos: "Al finalizar la clase, los estudiantes podrán prestar atención a las explicaciones del docente durante al menos 20 minutos sin distraerse".
Responder: Ejemplos: "Al concluir la actividad, los estudiantes podrán responder a las preguntas del docente de manera clara y precisa".
Discriminar: Ejemplos: "Después de leer el texto, los estudiantes podrán discriminar entre los hechos principales y los detalles secundarios".
Nivel 4: Respuesta
En este nivel, los estudiantes desarrollan la disposición y el interés por participar en las actividades educativas. Para alcanzar los objetivos de la taxonomía de Bloom en este nivel puedes usar los siguientes verbos:
Disfrutar: Ejemplos: "Al finalizar el proyecto, los estudiantes podrán disfrutar del proceso de aprendizaje colaborativo".
Apreciar: Ejemplos: "Después de analizar la obra de arte, los estudiantes podrán apreciar la belleza y el significado de la misma".
Aceptar: Ejemplos: "Al concluir la discusión, los estudiantes podrán aceptar diferentes puntos de vista sobre el tema abordado".
Nivel 3: Valoración
En este nivel, tus estudiantes internalizan valores y desarrollan la capacidad de juzgar la importancia de ciertos conceptos o ideas. Los objetivos de aprendizaje se centran en:
Valorar: Ejemplos: "Al finalizar el curso, los estudiantes podrán valorar la importancia de la educación ambiental para el cuidado del planeta".
Preferir: Ejemplos: "Después de leer diferentes géneros literarios, los estudiantes podrán preferir un género en particular y justificar su elección".
Comprometerse: Ejemplos: "Al concluir el proyecto de servicio comunitario, los estudiantes podrán comprometerse a realizar acciones que beneficien a su comunidad".
Nivel 2: Organización
En este nivel, tus estudiantes integran valores y actitudes en su sistema de creencias y comportamientos. Los objetivos de aprendizaje se redactan utilizando estos verbos de la taxonomía:
Creer: Ejemplos: "Al finalizar la unidad de estudio, los estudiantes podrán creer en la importancia de la ética profesional para el éxito en su futuro laboral".
Internalizar: Ejemplos: "Después de participar en debates sobre temas sociales, los estudiantes podrán internalizar valores como la tolerancia y el respeto a la diversidad".
Adoptar: Ejemplos: "Al concluir el programa de formación en valores, los estudiantes podrán adoptar una actitud responsable y comprometida con el medio ambiente".
Nivel 1: Caracterización por un valor o conjunto de valores
En este nivel, tus estudiantes demuestran de manera consistente los valores y actitudes internalizados en su vida diaria. Para redactar los objetivos de aprendizaje en este nivel, puedes usar los siguientes verbos:
Practicar: Ejemplos: "Al finalizar el curso, los estudiantes podrán practicar los valores de la honestidad y la integridad en sus relaciones interpersonales".
Defender: Ejemplos: "Después de analizar un caso de injusticia social, los estudiantes podrán defender los derechos de las personas afectadas".
Liderar: Ejemplos: "Al concluir el proyecto de emprendimiento social, los estudiantes podrán liderar iniciativas que promuevan el desarrollo sostenible en su comunidad".
La Taxonomía de Bloom proporciona una herramienta valiosa para la creación de objetivos de aprendizaje claros y medibles en el dominio afectivo. Al utilizar verbos específicos y considerando los diferentes niveles de la taxonomía, puedes diseñar experiencias educativas que promuevan el desarrollo integral de tus estudiantes, incluyendo el crecimiento de sus actitudes, valores y emociones.
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